29 julio 2014

El Derecho a la Vida

Es increíble enterarse, todos los días, cómo mueren personas como si se tratase de insectos, y lo peor es que a nadie le importa. Los que están en Israel acusan a los palestinos que ellos iniciaron el problema. Los que están en la franja de Gaza sufren el más mortífero ataque. Los que estamos fuera observamos que de uno y otro lado emplean armas de últimas generaciones.

Qué interesante saber cuántos millones se gastan en el Iron Domo de Israel y piden a USA 226 millones de dólares más en apoyo, pero eso no es dinero, son armas. Y del otro lado, ¿de dónde provienes los cohetes que se están empleando?, ¿y los drones que se están exhibiendo? Detrás de todo este conflicto hay quienes están lucrando, pero no les importan cuantos niños mueren o quedan con heridas de guerra, mutilados o arruinados para el resto de sus días, porque esto es una guerra, muy solapada pero guerra al fin.

La vida es el derecho inenajenable por esencia. Nadie tiene el derecho de quitarle la vida a otra persona. Si somos iguales todos tenemos el mismo derecho a existir, de lo contrario nos convertimos en depredadores de nosotros mismos y volvemos a la barbarie. Seguimos una serie de prejuicios "nacionalistas", de "credo" y de "raza" y en base a ello se construyen los discursos que enarbolan cruzadas. ¿Es que la historia que nos enseñan en la escuela no sirve para nada?, ¿acaso eso no es posible medir en el informe PISA? La paz no se construye renunciando a la defensa de la vida, de la libertad, de la búsqueda de la felicidad.

Los defensores de los Derechos Humanos están intimidados, esperando su momento, después de que hayan ocurrido una serie de muertos, ¿cuántos, miles? Y los otros que aprovechan el escenario para aparecer como benefactores, reconstruyendo lo destruido. Detrás de todo esto está siempre el interés por el dinero y se busca alimentar rencores "nacionalistas", de "credo" y de "raza" entonces seguimos viviendo en un mundo atrasado, porque la vida humana importa cuando alguien puede beneficiarse y cuando no pueden beneficiarse entonces, no tiene importancia como esos niños muertos por el bombardeo y en otras partes del mundo se mueren de hambre o trabajan como esclavos.

Es indignante saber, que el dinero que se dispone para las guerras podría beneficiar a millones de personas sin alimento, la tecnología empleada para la destrucción bien podría direccionarse hacia acciones de desarrollo, en salud, educación. Pero es más fácil destruir que construir. La creatividad se emplea para ello, para destruir, los esfuerzos están orientados a crear protección y ataque a fantasmas, por si los otros nos atacan ya estamos listos. Si les interesa o nos interesa se venden armas, cada vez más mortíferas, más alucinantes, más bizarras.

La Vida es la esperanza más grande de nuestra existencia, es nuestro derecho por ello debemos hacer algo diferente y empezar por casa. ¿Cómo nos preparamos para defender la vida?, ¿cómo hacemos para crear diversión y esparcimiento donde se defienda la vida?, ¿cómo hacemos para enfocarnos en casa, en la escuela, en la universidad, en el trabajo y en cualquier lugar, a declarar de la manera más prístina y absoluta que se trata de nuestro primer derecho? En fin comparto estas inquietudes porque no tengo las respuestas, pero sí sé que algo debemos hacer, empezando por casa.

Gracias por seguirme

 
Carlos Alberto Gálvez

04 julio 2014

Los perros en la ciudad

Hace algún tiempo publiqué sobre los perros del vecindario http://intergenesis-humana.blogspot.com/2011/11/la-ciudad-de-los-perros.html

En ese somero artículo me refería a la bulla que hacen los animales, también me referí muy someramente a la suciedad. Los perros pueden ser muy bonitos y cariñosos, pueden ayudarnos en nuestra soledad, pero como organismos biológicos tienen que excretar y sus dueños los saca a la calle para que hagan sus necesidades, entonces empiezan los problemas: los perros buscan dónde hacerlo y encontramos las paredes orinadas, las puertas, los arboles al costado de la vereda y también dejan sus excrementos, los dueños no los recogen, entonces la ciudad termina siendo el gran muladar de los perros. Sin mencionar, a los torpes que los pisan y terminan de ensuciar.

Creo que algo se debe hacer, como educar a las mascotas para que hagan sus necesidades en algún lugar. Recuerdo a mi abuelita enseñándole al gato a hacer sus necesidades en una caja con arena y al perro igual en otra caja similar. Igual teníamos que sacar esa arena los fines de semana y cambiarla por otra y echarle kresso o kerosene. la casa estaba limpia, el perro sólo ladraba cuando alguna persona desconocida llegaba a casa. Estaba entrenado para no ladrar, así hubiese otro perro cerca.

Ahora me percato que en los edificios cercanos, con departamentos muy pequeños hay una enorme cantidad de perros y muy temprano o en la noche los sacan a que hagan sus necesidades, entonces tenemos que las veredas huelen feo, algunos vecinos lavan sus paredes y echan azufre para que no se vuelvan a ensuciar, pero todo sigue igual.

En todo este tiempo hemos llamado a serenazgo y mencionado que los perros hacen bulla, pero salvo que les digan que sus mascotas están fastidiando a los vecinos, nada más pueden hacer. ¿Qué hacemos?, ¿nos quedamos de brazos cruzados?

Se me ocurre que debe haber alguna forma pero todavía no encuentro una, sólo se que el derecho de uno termina donde empieza el del otro y pienso que el derecho a tener perros los obliga a no pasar sobre mi derecho a la tranquilidad.

Gracias por seguirme!!! :)
Carlos Alberto