Y siguiendo el ensayo, termina analizando la estructura de la vida, pero, sin decirlo nos deja en medio de la realidad y esta vida, que él mismo describe como que se termina en algún instante, cabe entonces preguntarse ¿qué sigue después?, ¿qué es la muerte? Y ¿cómo será nuestra relación con los que siguen en medio de esa realidad?
Hace poco, en uno de los capítulos de una interesante serie
de televisión, sobre un hospital público en medio de una ciudad americana,
ocurrió un diálogo que me quedo muy grabado. Trataba sobre una niña de 9 años
que tenía una enfermedad terminal y no había solución a su problema. Los padres
enfrentaban la difícil tarea de confortar a su niña y esta los retaba exigiendo
que le dijeran el diagnóstico que habían recibido de los médicos. Enterada la
niña de su inevitable fin, exige que le expliquen que va a pasar después. La
madre desconsolada porque no sabía qué decir, el padre le decía que todo
saldría bien y que confiara. Hasta el momento en que la niña enfrenta a una
médico especialista en oncología y delante de los padres exige que le den una
explicación sobre ¿qué es la muerte?, ¿cómo se siente? Y ¿cómo será su relación
con sus padres si ella muere?
El desenlace se da cuando la médico, desacorde con la
opinión de los padres intenta darle una explicación que me pareció muy gráfica
y acertada, sobre todo porque rescata la relación de los padres con ella (la
niña) La médico le dice, bájate de la cama …siéntate en esa silla, mirando la
entrada de la habitación. Ella le pide que permanezca de espaldas a sus padres
que se encuentran en la ventana mirando la espalda de la niña. La médico le
dice, no se qué es, ni cómo es, a pesar de que veo muchas personas fallecer en
este hospital. Sin embargo, ...así como tu, también estuve buscando una respuesta. Compartiré contigo lo que sé.
Desde marzo, vengo recibiendo noticias de muchas personas
cuyos familiares y amigos fallecieron, incluidos mis compañeros de promoción
del colegio, personas que se pensaba, tendrían muchos años más por delante.
Esta situación de pandemia ha puesto todo de cabeza y nosotros no estuvimos
preparados, porque era algo impensable que pudiese ocurrir. Muchos hemos tenido
que sacar otras palabras de condolencias y acompañamiento en el dolor, porque
las repetíamos tanto que, ya sonaban trilladas y repetitivas.
En muchos casos querer ayudar a estas personas, consolarlas
no resultaba tan fácil, pero esta situación se dificulta más con estas fiestas
en que nos vemos invadidos por sentimientos de Salud, Amor, Suerte y Paz. Es
más, invocamos a nuestra Amistad, sin embargo, las personas dolidas por sus
pérdidas cercanas no admiten estos mensajes, porque como todos nosotros no
tenemos ni idea del significado de la muerte, de ese postrer adiós.
Que hacemos, frente a las personas que este año no desean
que las saludemos este Año Nuevo. A veces, solo basta que ellos sepan que
estamos allí para ellos y ellas, pero ¿cómo se lo hacemos saber? Quizá sólo con
un sencillo buenos días, una reflexión, algo de música. Lo importante es que
sepan que estamos allí. Pero lo que no debe faltar es un sincero saludo de
Bienaventuranza, quizá no como en años anteriores con mucha algarabía, pero si
con un sincero y expreso deseo de bien, salud y amor.
Sintamos cerca a las personas que ya partieron, porque
sabemos que coexisten con nosotros aquí en espíritu, que no los podemos ver,
pero siguen con nosotros. Este Año Nuevo, quizá no esté lleno de risas, pero sí
de alegrías de quienes nos hemos quedado aún, para compartir la Paz, la Salud,
la Suerte y el Amor que nuestra Amistad contiene. Entonces, ¿cómo será después
de la muerte?
La Vida después de la Muerte, sería entonces, para nosotros,
captar la presencia de la otra persona, desprendiéndose de la experiencia
inmediata, sensible, figurativa y emocional ligados al aquí y ahora, refugiándose
en lo inefable para tratar de aprehender de dicha experiencia. Esa experiencia,
es algo que tampoco teníamos pensado antes de la pandemia, sin embargo, ahora
es más necesaria por nuestra propia salud mental y la de los que nos acompañan
todavía en este mundo. A pesar de todo lo que pudiera ocurrir, sigamos
construyendo en futuro, por ello reciban un ¡Venturoso Año 2021! Un gran abrazo virtual